Las aseguradoras de riesgo de trabajo (ART) tienen una gran incidencia en el área de la salud, ya que realizan acciones preventivas para que los trabajadores puedan desplegar en su total plenitud sus capacidades físicas y psíquicas.
Una de las formas fundamentales para asegurar relaciones positivas de servicios al cliente, anticipación y efectividad en prevención de accidentes y/o enfermedades, es la proporción de recursos formativos.
Estos espacios, además de cumplir con las actividades de formación, dan lugar a lo que llamamos escucha activa. A través del contacto directo se genera un clima de confianza y cercanía con el trabajador, generando una comunicación directa, natural y empática, donde el mismo se sentirá valorado y escuchado.
El trabajador es uno de los pilares fundamentales de toda aseguradora de riesgo de trabajo, de ahí la necesidad e importancia de saber escucharlo.
¿Cuántos de nosotros tenemos esta habilidad de escucha? y ¿Cómo la usamos no sólo para mantener una buena relación con nuestros clientes sino también para ofrecerles el servicio que tanto necesitan?
Saber escuchar es comprender más allá de las palabras, es ser capaz de percibir las ideas, pensamientos, actitudes y gestos. Conocer las necesidades de los trabajadores, sus preferencias y hábitos influirá en la calidad de los servicios.
Características de la escucha activa:
1. Disposición para ayudar a los demás: estar siempre dispuesto a escuchar cada necesidad del cliente.
2. Practicar la empatía: ponerse en el lugar del otro es fundamental para la interpretación de sus necesidades.
3. Poseer alto grado de curiosidad: querer conocer en profundidad cada necesidad ayudará a enfocar el servicio.
4. Ser asertivo: esto permitirá lograr una comunicación coherente y clara.
5. Ser sociable y positivo: ante una necesidad habrá que comunicar la solución de la manera más favorable posible.
Saber escuchar proporciona los elementos necesarios para poder dar un servicio acorde a las necesidades de cada uno de los clientes, ya que genera un vínculo de credibilidad en el cual se comprenderán las necesidades de cada una de las partes, alcanzando un servicio de excelencia.