* Por Leonardo Lorenzo, jefe de Higiene y Seguridad, Gerencia de Prevención, Provincia ART.
La noche previa a una jornada laboral en el año 2016 comencé a tener fiebre. Aun así, asistí junto con un compañero al evento. Al llegar comencé a sentirme peor: mareos y malestar general. Al ver que el cuadro empeoraba salí del salón en el que estábamos y me crucé con un Dr. que estaba presente, me revisó rápidamente, me observó de cerca los ojos y me dijo: “tenés Dengue”. Asistí a una clínica, me revisaron, me hicieron una pequeña entrevista, me sacaron una muestra de sangre y me enviaron a mi casa con la indicación de tomar mucho líquido y tomar paracetamol para la fiebre. Mientras controlaba si los resultados estaban disponibles continué con fiebre unos días, y se sumaron otros síntomas como dolor en la espalda y falta de apetito. Por ello volví a acercarme a una guardia (aún sin los resultados de los primeros análisis). Pasada unas horas me los entregaron y el médico que me atendió me diagnosticó dengue.
Para ese entonces ya tenía malestar en la parte superior de los ojos, malestar general en el cuerpo, cansancio, no tenía hambre y continuaba con fiebre.
A partir del contagio comencé a tomar medidas preventivas en casa, como colocar mosquiteros en todas las ventanas, utilizar repelente antes de salir de casa (principalmente entre los meses de octubre y abril) para evitar volver a pasar por la enfermedad y por temor al contagio con otra cepa. También continuamos con los cuidados de no dejar recipientes con agua.
Sobre el Dengue
El dengue es una enfermedad viral (virus dengue) transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Este mosquito también puede transmitir otras infecciones como la fiebre amarilla, zika y chikungunya. El Aedes aegypti es un tipo de mosquito que vive en las casas y sus alrededores, puede estar presente en cualquier recipiente que acumule agua dentro de las casas y en patios, jardines, balcones y terrazas. Las botellas, floreros, tachos, baldes, palanganas, bebederos de animales, tanques de agua, portamacetas, bolsas arrugadas, tanques de agua, pueden ser potenciales criaderos. No se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. En esos lugares se crían otras especies de mosquitos que no transmiten estas enfermedades.
La transmisión ocurre cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, luego pica a otras personas y les transmite esta enfermedad. El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
Síntomas frecuentes
Tras la picadura del mosquito, los síntomas de enfermedad aparecen generalmente después de un periodo de incubación de 3 a 12 días. En los casos que presenten síntomas, los mismos pueden manifestarse de forma moderada o aguda, e incluyen:
- Fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones.
- Náuseas y vómitos.
- Cansancio intenso.
- Aparición de manchas en la piel.
- Picazón y/o sangrado de nariz y encías Luego de la picadura el virus se replica en los ganglios regionales y en 2 a 3 días se disemina por sangre (monocitos, linfocitos B y T) a otros tejidos.
Prevención
- Actualmente existe una vacuna que se encuentra en fase III de aprobación.
- Controlar la proliferación de mosquitos es la principal medida preventiva.
- Mantener los lugares limpios y evitar la acumulación de agua (desde tanques y piletas, hasta pequeños recipientes o desechos y basura que puedan alojar agua, como latas o cubiertas de auto).
- Protegerse de las picaduras de los mosquitos (ropa larga, mosquiteros, repelente)
Ante cualquier síntoma, consulta con el médico.
Durante el mes de noviembre, Provincia ART brindará capacitaciones gratuitas sobre Dengue y otras enfermedades zoonóticas. Para inscribirte hace clic acá. También podés descargarte la ficha técnica sobre esta enfermedad haciendo clic acá.