*Por Ezequiel Dominguez, Lic. en RRLL, especialista en RSE y factores de riesgo psicosociales en el trabajo e Instructor de meditación en Provincia ART, y Patricia Méndez, médica especialista en cardiología, medicina del trabajo, medicina del estrés y psiconeuroinmunoendocrinología en Provincia ART.
El viernes 18 de marzo se celebró el Día Mundial del Sueño. Se hace énfasis en que la ausencia del sueño puede provocar grandes consecuencias en la salud de las personas, cansancio físico, problemas en la memoria y concentración, falta de atención, irritabilidad, mal humor. Los efectos negativos de una mala higiene del sueño son grandes, pero muchas personas no le dan la importancia que corresponde.
Si queremos tener una vida saludable, no alcanza con una buena alimentación, hidratación y ejercitación física, la calidad del sueño resulta imprescindible para una buena salud y enfrentar los desafíos de la vida. Por eso es recomendable seguir las indicaciones de los profesionales y especialistas en la materia para una correcta higiene del sueño.
Pero antes de ahondar en las alteraciones, es importante responder la siguiente pregunta ¿por qué es importante el sueño?
Es una pieza crucial en la vida de todo ser humano, una necesidad biológica fundamental para restablecer las funciones físicas y psíquicas esenciales que permiten un buen rendimiento y gozar la vida en plenitud. Gracias a ello, logramos permanecer atentos y activos en la vigilia. Durante el sueño, el cuerpo despega de su continuo interaccionar con el medio que lo rodea y se sumerge en el universo interior: repara el organismo para poder seguir la vida en condiciones óptimas, permite pensar claramente, reaccionar rápido, favorece la conformación de ideas creativas, asentar nuestra memoria, consolidar nuevos recuerdos y a actualizar los antiguos. Dormir es fundamental para un bienestar físico, cognitivo, emocional y social, por lo cual es de remarcada importancia la cantidad y la calidad del sueño.
Las alteraciones del sueño producen consecuencias: propensión a sufrir accidentes, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, menor rendimiento físico y afecciones en la capacidad de atención, concentración, recuperación de la memoria y el aprendizaje, afectando el rendimiento profesional, laboral y académico. Pero no se debe olvidar la variedad de trastornos en el comportamiento que esto acarrea, como malestar, irritabilidad, fastidio, desgano y sensación de fragilidad, afectando las relaciones con nuestro entorno.
El estilo de vida que llevamos en la actualidad, afecta a la población de distintas maneras, pero el insomnio es una de las alteraciones más enunciadas en estos últimos tiempos, y se puede manifestar mediante dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido.
La mayoría de los casos de insomnio en esta época, son producto de modificaciones profundas en las rutinas, hábitos y estilos de vida; la vuelta al trabajo, la implementación de sistemas híbridos, el teletrabajo, la vuelta a la escuela, el síndrome de la cabaña, nuevos escenarios que nos obligan a estar más tiempo frente a la pantalla. Además, el estrés y la ansiedad son grandes aliados para promover esta alteración.
A continuación, compartiremos una serie de recomendaciones acerca de conductas y hábitos deseables, así como modificaciones de las condiciones ambientales y otros factores relacionados, encaminados a mejorar la calidad del sueño:
- Evitar hacer siestas prolongadas. Las siestas, para ser reparadoras deben durar alrededor de 20 minutos (antes de llegar a las fases profundas del sueño) o nos despertaremos más cansados. Estudiosos de las siestas dicen que el momento ideal para interrumpirla es cuando “cabeceamos o se nos cae el libro”.
- Las nuevas tecnologías comienzan a ser una nueva imposición para poder comunicarnos, trabajar y seguir educándonos. La mayor exposición a pantallas, la computadora, el celular, reuniones por medio de plataformas, la televisión tanto para informarnos como para disfrutar de series y películas, si bien conlleva un gran beneficio, el estímulo lumínico excesivo puede traer aparejado consecuencias indeseables en el sueño y dificultar la relajación. Evitarlas un tiempo antes de intentar dormirse.
- Definir horarios tanto para acostarse como para levantarse.
- La cama debe ser un lugar exclusivo para dormir, en vigilia se debe utilizar otros ambientes. Y ya que pasamos como promedio un tercio de nuestra vida en ella, debemos procurar que sea confortable y agradable a nuestros sentidos. Ropa de cama suave al tacto, colores apaciguantes, un sutil aroma de nuestro agrado, colchón y almohada adaptados a nuestras necesidades.
- Hacer actividad física en forma habitual, ayuda a las personas a dormir mejor, liberar sustancias que mejoran nuestra salud cardiovascular y nuestro estado anímico. Pero una actividad vigorosa antes de dormir puede hacer que tengamos demasiada energía como para conciliar el sueño.
- Realizar actividades relajantes y que generen tranquilidad antes de dormir: técnicas de respiración, yoga, meditación, leer un libro, escuchar música suave y relajante, pintar, usar luz tenue. Un baño relajante puede favorecer el sueño. Lo ideal es el que la finalización del día esté compuesta por actividades que nos transmitan calma.
- Evitar el consumo de café, mate, té, tabaco, refrescos de cola, al menos 4 horas antes de dormir, ya que son estimulantes y si no podemos conciliar el sueño, favorecerá esa situación.
- Evitar el exceso de información, más aún si el contenido no genera tranquilidad en momentos en que se sienta ansiedad, estrés o en situación de crisis.
- No automedicarse con psicofármacos, ya que su administración debe estar supervisada por un médico, para ajustar las dosis y evitar efectos no deseados.
Si estos consejos no funcionan, no naturalices estos síntomas; acudí a un profesional de la medicina o psicología que te ayudará a recuperar tu capacidad de disfrutar la vida, y en consecuencia, lograr mejorar el bienestar y calidad en tu salud.
Provincia ART ofrece una serie de capacitaciones relacionadas con el bienestar psicosocial. Para inscribirte hace clic acá.