*Por Melisa Di Marco, Lic. en Publicidad especialista en Género y Derechos Humanos – Marketing & Publicidad en Provincia ART.
Cada mes de junio los entornos físicos y digitales que nos rodean se inundan con los colores del arcoíris y mensajes que celebran el mes del orgullo LGBTIQ+. Pero ¿cuál es el real objetivo de quienes plantean estas acciones? ¿hay acaso un compromiso y apoyo honesto para concientizar sobre las luchas que ha librado la comunidad y, sobre todo, los derechos que restan conquistar?
Un poco de contexto
El 28 de junio de 1969, en la ciudad de Nueva York, un grupo de policías reprimió a quienes se encontraban en Stonewall Inn, bar conocido por ser amigable con la comunidad Queer. El acoso de las fuerzas represivas y la pena a la homosexualidad era moneda corriente. Ante esta avanzada, la gente comenzó a defenderse iniciando una serie de protestas durante cuatro días. Así surgió la primera marcha del orgullo y 52 años después, se mantiene con un único objetivo: erradicar la discriminación y alentar a la igualdad.
En nuestro país esta efeméride se celebra en noviembre y la razón se remite al año 1967, tiempo en que se fundó Nuestro Mundo, la primera organización de diversidad sexual en la Argentina y América Latina.
En este escenario, debemos tener en cuenta que el “Pride” que nos venden como colorido, alegre y festivo, no lo es sino para recordar de dónde surge asi como renovar la imperiosa necesidad de comprometernos con la reivindicación de derechos de la comunidad. La banalización en este caso implicaría incursionar en el Rainbow washing o Lavado Arcoíris, es decir, el uso símbolos conectados a la comunidad LGBTQ+ con la intención de aumentar la credibilidad de sus consumidores/as.
El lugar de las marcas
Es importante diferenciar el posicionamiento de marca de su rol como agente dentro de la sociedad. Entonces, ¿cómo podemos avanzar en la inclusión del orgullo LGBTIQ+ en el trabajo? La respuesta es simple: no basta con habilitar puestos, requiere además igual libertad para que las personas puedan sentirse seguras de ser quienes son en sus espacios laborales.
Algunas acciones recomendadas para ir más allá de la efeméride:
- Explicitar el apoyo a la comunidad durante todo el año. Incluir la temática en campañas institucionales, publicitarias, políticas empresariales, capacitaciones, acciones comerciales, etc.
- Crear equipos dedicados a potenciar la diversidad en la compañía. Es clave en este caso incorporar personas que pertenezcan a la comunidad queer para conocer de primera mano sus necesidades.
- Dialogar periódicamente con las personas trabajadoras para conocer sus experiencias profesionales y personales. Si bien son ámbitos separados conviven en la identidad de les individues y es necesario involucrarse en ellas para acompañarlas integralmente.
- Lograr la equidad salarial es una política concreta. Lleva tiempo y compromiso, pero puede hacerse y generar grandes beneficios para las personas y las organizaciones.
- Intentar sensibilizar a las audiencias y no obligar a nadie a ser parte de un cambio cultural. Muchas personas se resisten a los cambios o a cuestiones diferentes a su propia experiencia. Acompañar los tiempos de aprendizaje y fomentar la empatía es un buen comienzo.