Salud Mental y Medicina Laboral están estrechamente ligadas. En este artículo, te contamos cómo.

“Juan siempre había sido un empleado ejemplar en la fábrica, cumplía con sus tareas de la forma esperada, y sus compañeros confiaban en él dado su antigüedad y expertise para resolver cualquier problema técnico. Su habilidad y su dedicación lo convirtieron en una pieza clave del equipo. Con la creciente reducción de personal, los plazos de entrega cada vez más ajustados y las expectativas siempre crecientes el estrés comenzó a pasarle factura. Su nivel de concentración no era el mismo, las noches de insomnio y la sensación de agobio lo acompañaban incluso fuera del espacio laboral. Un día, mientras realizaba las mismas tareas que había hecho cientos de veces cometió un error lo suficientemente grave como para ponerlo a él y a sus compañeros en riesgo.

* Por Paola Zabala, Directora en Comunidad Anti Bullying Argentina y Auditora en Provincia ART

En el ámbito laboral, la seguridad física ha sido históricamente el foco de las políticas de Higiene y Seguridad del trabajo siendo las tareas del profesional localizar, evaluar para eliminar, reducir o controlar las causas de riesgo que puedan afectar la salud del trabajador generando lo que se conoce como enfermedades laborales.

Sin embargo, un enfoque más integral del cuidado de la salud laboral no puede prescindir del cuidado de la salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de completo bienestar físico, mental y social.

El bienestar biopsicosocial de los trabajadores tiene un impacto directo no sólo los índices de productividad, sino también en las tasas de accidentes laborales.

En demasiados espacios laborales y aún en el dictado de la propia carrera de Higiene y Seguridad del trabajo se siguen priorizando los peligros visibles mientras los riesgos emocionales y psicológicos no son lo suficientemente tenidos en cuenta a la hora de evaluar riesgos. El estrés, la ansiedad y la depresión se encuentran estrechamente ligados a las tasas de accidentes laborales incrementando los riesgos a un índice mayor.  No obstante, las políticas de Higiene y Seguridad siguen enfocándose en los peligros tangibles: las caídas, la exposición a los contaminantes físicos, químicos y biológicos entre otros.

Crear espacios seguros de trabajo no sólo implica prevenir accidentes físicos, sino también asegurarnos de que las condiciones psíquicas de los trabajadores sean atendidas con la misma prioridad.

La verdadera seguridad en el trabajo se logrará cuando entendamos que cuidar el bienestar del trabajador no sólo se trata de cuidar el cuerpo. La salud mental no se ve, pero su impacto en el ámbito laboral es innegable.  Cuidarla también es proteger el entorno laboral y velar por la seguridad de los trabajadores.

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