Por Ezequiel Dominguez, Lic. en Relaciones Laborales – Servicios de prevención en Provincia ART
El acoso laboral se entiende como un proceso de agresión sistemática y repetida por parte de una persona o grupo hacia un compañero, subordinado o superior. En este artículo abordaremos qué pueden hacer los líderes y cómo impactan estas situaciones en las personas, el equipo y la organización.
Recordemos que existen varias modalidades de acosos como ascendentes, descendentes y horizontales. La erradicación del acoso laboral es una tarea mancomunada. Es de suma importancia que las empresas implementen estrategias, planes de acción y protocolos para eliminar estas prácticas dentro de la organización. Y en ello, los líderes y mandos medios tienen dos tareas fundamentales:
- Respetar las políticas empleadas por la empresa, es decir, bajo ningún concepto deben incurrir en acciones violentas, ni de acoso, como el bossing
- Deben transmitir estos valores a su personal y velar porque cada uno de ellos cumpla con la política a favor del bienestar.
Esto provocará un contagio en los empleados, que internalizarán estas prácticas y a la vez podrán denunciar acoso laboral de estilo horizontal, es decir, entre compañeros. De esta manera se conforma una red de protección entre todos los actores de la compañía.
Porqué es importante prevenir el acoso: las consecuencias sobre las víctimas
- Consecuencias a nivel físico: El profundo malestar que vive la víctima trae aparejado la somatización del conflicto, que se traduce en enfermedades físicas. Entre los trastornos más habituales, que comenta el psicólogo Iñaki Piñuel y Zabala, encontramos trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias, dolores en el pecho, etc.); trastornos musculares (dolores lumbares, cervicales, temblores, etc.); trastornos respiratorios (sensación de ahogo, sofocos, hiperventilación, etc.); y trastornos gastrointestinales (dolores abdominales, náuseas, vómitos, sequedad de boca, etc.). Además, la situación sufrida altera el sueño (insomnio e hipersomnia) e incrementa los niveles de estrés en la víctima, pasando de un estrés de episodios leves a un estrés crónico donde los síntomas se instalan y deterioran la vida del sujeto.
- Consecuencias a nivel cognitivo: La víctima se encuentra en un constante estado de preocupación, componente cognitivo de la ansiedad, favoreciendo la dificultad para mantener la atención y concentración, bajando significativamente la capacidad de memoria. Sus pensamientos son persistentes y recurrentes con respecto a la situación vivida y giran en torno a lo negativo o catastrófico, con un carácter pesimista en relación con el futuro.
- Consecuencias a nivel psíquico: Toda la situación vivida por la víctima genera perjuicios no sólo a nivel físico y cognitivo, sino también a nivel psíquico. Comienza con un lento deterioro de la confianza en sí mismo y en sus capacidades profesionales, ahondando en un proceso de desvaloración personal y elevados niveles de ansiedad. El sujeto cae en un estado de hipervigilancia y se acrecientan los sentimientos de inseguridad, de fracaso, frustración, torpeza e indecisión. Se encuentra prisionero de la ira, del rencor, como también de gran tristeza. Su baja autoestima, afecta su juicio e influye en la aparición de creencias de ser el culpable de la situación surgida, de haber cometido errores, fallos o incumplimientos que justifican las conductas negligentes por parte de sus agresores, cuando en realidad no es así. Suelen aparecer miedos al lugar de trabajo, a relacionarse con los acosadores y el entorno, a fallar en sus labores como también miedo a salir a la calle. La víctima es susceptible a sufrir trastornos de ansiedad y depresión. Si no se previene a tiempo, una víctima de acoso laboral sufre un largo periodo de recuperación y en muchos casos se detectan trastornos de estrés post traumático difíciles de superar.
- Consecuencias a nivel social: la víctima se encuentra más irritada, amargada, menos paciente, lo que da lugar a problemas y conflictos en su entorno familiar y vínculos cercanos, a través de un proceso de retraimiento de la víctima con la familia y amigos. También se vuelve muy susceptible y sensible a las críticas. En los casos en los que siguen vinculándose con su entorno, el tema de conversación gira en torno a su malestar, como una obsesión, que provoca un alejamiento y rechazo de sus seres cercanos.
A nivel organizacional, el rendimiento de los trabajadores afectados decrecerá, al igual que el del equipo y entorno que lo rodea, el mal clima se hará presente y, en consecuencia, la comunicación, la colaboración y compromiso, además de la cantidad y calidad del trabajo decrecerán. Una persona acosada laboralmente, tiene problemas para concentrarse y prestar atención a la tarea, esto provocará un fuerte aumento del absentismo laboral, producto de accidentes por descuidos, además de que muchos trabajadores presentarán síntomas físicos de enfermedad.
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa, a la vez que aumenta el número de renuncias y la rotación de los trabajadores.
En síntesis, si ponemos en la balanza todas las consecuencias que trae aparejadas el acoso laboral, el mejor camino es ser una empresa comprometida e implicada con la conformación de protocolos y políticas que busquen erradicar el acoso laboral dentro de la organización.