*Por Paola Zabala, liquidadora en Provincia ART y Directora de Comunidad Anti Bullying Argentina.
El pasado sábado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, con el objetivo crear conciencia acerca de la prevención del suicidio. Riesgo Zero se suma a este llamado a través de un texto de Paola Zabala, Directora Comunidad AntiBullying Argentina.
“Me sentí como una broma en este mundo, pensé que nadie merecía esto. Me sentía sola…Me acosté y me dije que era mi falla y mi idea. Me quería morir terriblemente cuando mi papá me trajo a casa […] Me sentía fatal por dentro y pensé que realmente iba a morir. Vino la ambulancia y me llevaron al hospital y me sacaron los químicos. Cuando llegué a casa todo lo que hice fue mirar Facebook. Ella se lo merecía […] espero que esté muerta.
Estoy llorando constantemente ahora. Todos los días me pregunto porque todavía estoy aquí. Ahora mi ansiedad es horrible […] estoy atrapada con lo que ha quedado de mi ahora, no tengo a nadie, necesito a alguien. Mi nombre es Amanda Todd”.
Me duele leerlo y pensar que de rebobinar el tiempo la decisión de Amanda en otro contexto y con la contención adecuada pudiera haber sido otra. La tristeza y la angustia que produjo el impacto de este video me impulsó a formar Comunidad Anti Bullying Argentina, una bandera que llevo en venas. El Bullying y el ciberbullying no son la única causa de suicidio, pero actúa como un precipitador por la situación de aislamiento en la que se encuentra la víctima.
Cifras que impactan
El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años luego de los accidentes de tránsito. Desde la década del noventa a la actualidad, la tasa de suicidio adolescente se ha triplicado en nuestro país de acuerdo con cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud.
Cuando un joven tiene ideaciones suicidas no busca quitarse la vida, sino una vía rápida para dejar de sufrir porque no encontró en ese momento soluciones alternativas para ponerle fin al sufrimiento. Es más, los chicos de 8 a 11 años no tienen real dimensión de la muerte y los adolescentes tampoco. Entre sus fantasías habita la idea de que cuando mueran, las personas que provocaron su dolor recapacitarán y dejarán de provocarle dolor cuando resuciten. Pero la muerte es para siempre.
No es sencillo interpretar las señales, se necesita ojos y oídos bien abiertos, disponibilidad para poder escuchar desde el corazón las necesidades del otro. Lo más usual es que ante una declaración del tipo: “todos los días me pregunto para que estoy aquí” nos provoque angustia y la respuesta sea: “no pienses en eso, hablemos de otra cosa”. No estamos preparados para hablar de la muerte. El sexo y la muerte siguen siendo tabúes. Mi intención en esta nota es ayudar a quienes sufren para que puedan pedir ayuda, e impulsar a las familias y al entorno cercano de las víctimas a interpretar las señales para prevenir este problema y nunca minimizarlo.
Señales de alerta
- Manifiesta no encontrar la salida de la situación que está viviendo y la necesidad de dejar de sufrir
- Puede sentir que a nadie le importa lo que le pase, o habla de no ser una carga para los demás.
- Presencia de pensamientos existencialistas: ¿Qué sentido tiene la vida? Expresa sentimientos de desesperanza o estar atrapado.
- Comienza a alejarse de todas las personas. Regala sus objetos importantes.
Quiero y necesito destacar que cualquier persona es clave en la prevención del suicidio. No hace falta ser profesional de la salud mental para ofrecer nuestro acompañamiento y escucha.
Todos nosotros podemos marcar la diferencia en la vida de alguien, pero para esto es importante concienciarnos sobre este tema para transmitir y sensibilizar a otros.
Centro de Asistencia al Suicida – Línea de prevención del suicidio: 135 (línea gratuita) o (011) 5275-1135 o 0800 345 1435 desde todo el país.