* Por Daiana Sotelo, Técnica en Seguridad e Higiene – Servicios de Prevención en Provincia ART

El teletrabajo surgió como la prioridad desde inicios de la pandemia. Inmersos en la virtualidad aprendimos a convivir con diversos factores a la hora de llevar a cabo esta práctica. Previo a la emergencia sanitaria, los roles laborales y domésticos eran muy distintos. Es ahí donde descubrimos que es esencial la organización y el armado de una nueva rutina que contemple el trabajo remoto y las responsabilidades del hogar.

Esta situación obligó a las organizaciones a reconvertirse sin tener opción. Todos los rubros tuvieron transformaciones estructurales y adoptaron nuevas modalidades de empleo.

A continuación, mencionaremos sus restructuraciones:

• Trabajadores migrantes del agro:

Los problemas para el traslado de los trabajadores en el contexto de la pandemia han impactado en los ciclos de trabajo. Hay personas trabajadoras migrantes que quedaron varadas en las terminales de ómnibus sin poder regresar; otros que reacomodaron su ciclo de trabajo concurriendo a otras cosechas ante la imposibilidad del retorno.

• Industria Automotriz:

Comenzaron a trabajar con una modalidad intermitente, con cronogramas para alternar la presencia en días diferentes de la semana. Se los habilitaba a ingresar al espacio de trabajo unos días y luego ese permiso quedaba deshabilitado hasta nuevo aviso. Teniendo que alternar muchas veces entre la presencialidad y el trabajo remoto.

• Industria Metalífera:

Las personas trabajadoras mantienen cercanía en los campamentos solo con sus compañeros del mismo grupo de trabajo, evitando otros compañeros de diferentes grupos dentro de la mina. Si bien esta serie de protocolos evitan una mayor circulación, también reducen las posibilidades de socialización de los trabajadores y las trabajadoras de este sector quienes, por su trabajo, ya experimentaban habitualmente una distancia física por períodos de 14 días respecto a sus familias y amistades fuera de la mina.

• Industria de la Construcción:

Uno de los mayores desafíos que manifestaban las cadenas de producción de esta industria es la necesidad de implementar nuevos protocolos y la necesidad de “adaptar” las tareas y espacios de trabajo para posibilitar un trabajo seguro.

Según un informe del CONICET, estos son algunos de los sectores que sufrieron modificaciones, ya sea en su modalidad o en su estructura, intentado reconvertirse constantemente y buscando alternativas para que se puede llevar a cabo cada una de las actividades.

La pandemia nos modificó todo y con ella vino un cambio de paradigma a la hora de trabajar. Debido a esta situación los trabajadores tuvieron que movilizarse y/o establecerse en los hogares. Sin duda alguna todos con distintas realidades.

Estas modalidades de empleos seguirán sufriendo modificaciones aleatorias de acuerdo con cómo se desarrolle la propagación del Covid-19, al surgimiento de nuevas tecnologías y a la adaptabilidad del ser humano ante nuevos desafíos.

Provincia ART ofrece material gratuito descargable sobre guías técnicas para actividades habilitadas, para acceder a ellos hace clic acá.

Fuente: https://www.conicet.gov.ar/el-trabajo-en-tiempos-del-covid-19/