La inteligencia artificial ya forma parte de la estrategia de grandes compañías a nivel global. Su aplicación en el ámbito de la seguridad laboral marca una tendencia clara: reducir riesgos, prevenir accidentes y optimizar recursos. Te presentamos tres casos concretos que así lo demuestran.
Una empresa líder en tecnología y consultoría, desarrolla soluciones que transforman la prevención de riesgos. Su plataforma dedicada analiza datos en tiempo real para identificar patrones peligrosos en el entorno laboral. Esta herramienta permite anticipar accidentes antes de que ocurran y ajustar protocolos según el comportamiento detectado.
Otro caso es el de una importante multinacional del sector energético, que utiliza la inteligencia artificial en sus refinerías para mejorar el monitoreo. Mediante cámaras con visión computarizada, detecta si el personal cumple con el uso del equipo de protección personal. Estos sistemas también identifican situaciones inseguras y activan alertas automáticas. El objetivo: proteger a las personas y garantizar operaciones más seguras.
Otra reconocida empresa, relacionada al mundo de la robótica, aplica sus tecnologías en industrias con alto nivel de riesgo. Sus robots autónomos realizan inspecciones en plantas industriales, espacios confinados o zonas peligrosas. La inteligencia artificial incorporada permite recorrer instalaciones, registrar datos críticos y detectar anomalías sin poner en peligro a las personas trabajadoras.
La incorporación de estas soluciones en sectores como la energía, la manufactura o la construcción demuestra el avance sostenido de la inteligencia artificial en ambientes laborales. Además de prevenir incidentes, estas tecnologías ayudan a reducir costos, mejorar la toma de decisiones y fomentar una cultura de seguridad activa.
Transformar el cuidado de las personas mediante innovación ya no representa una visión futura: es una realidad en marcha impulsada por la inteligencia artificial.
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