*Por Melisa Di Marco, Lic. en Publicidad – Marketing & Publicidad en Provincia ART
La comunicación es la práctica mediante la cual traducimos la realidad en la que vivimos y las acciones que llevamos a cabo. En las organizaciones, la comunicación interna es la manera que encontramos de relacionarnos con las personas que allí trabajan. Es también una oportunidad para difundir las iniciativas y buenas prácticas que se emplean y fomentan dentro de la compañía y el modo de construir, en gran parte, una identidad corporativa.
Palabras, acciones y oportunidades
Esta identidad es el conjunto de características que dan a la organización su especificidad, estabilidad y coherencia. Es, además, la imagen que proyectamos sobre nuestro público a través de los valores que conforman nuestra visión del mercado, las acciones de marketing que implementamos y la postura que adoptamos ante diferentes situaciones.
En consecuencia, la importancia de la comunicación interna reside en plasmar la identidad corporativa en cada una de las personas que forman parte de la organización, para que se apropien de ella, generen un sentido de pertenencia y contribuyan a transmitir credibilidad y relevancia puertas afuera.
A través de la planificación de nuestros mensajes, podemos lograr que las personas se involucren con su trabajo, con sus equipos, potencien su vocación de servicio y decidan colaborar con la transformación de los lugares de trabajo en organizaciones saludables.
¿A quiénes le hablamos y qué decimos?
Poner el foco en qué, cómo y cuándo lo decimos no es suficiente, necesitamos pensar además con quién estamos entablando una conversación. Esto puede representar un cambio de mentalidad, es decir, llegar a entender que la comunicación interna debe ser co-creada. Si bien puede haber dentro de la empresa un área especializada y dedicada a esta tarea, es igualmente importante saber identificar lo que nuestro público tiene para decir y tener la predisposición necesaria para escucharles.
Por tanto, si logramos que la gente se implique, que participen, que aporten ideas, nos brindarán su ayuda porque la mayoría ansía colaborar cuando hayan un sentido de pertenencia en su lugar de trabajo. Valorar y capitalizar al máximo la creatividad de todos y de todas, ya que poseen un potencial único, es parte de la tarea de co-crear la comunicación interna.
Por otro lado, saber a quién le estamos hablando nos ayudará a definir qué queremos decir. El público hace ya algunos años que exige un ejercicio responsable de la comunicación -en todos los ámbitos- y valora los mensajes basados en hechos reales y concretos por sobre las promesas publicitarias. Hablar de fomentar la igualdad y la equidad, por ejemplo, es un enunciado vacío que no generará el resultado esperado sino se observan acciones específicas que habiliten estas oportunidades para todas las personas. Así, se volverá una contradicción entre lo dicho y lo hecho.
Algunos consejos útiles para lograr un impacto real
A la hora de planificar la comunicación interna es importante establecer un plan de acción que contemple distintos ejes para trabajar a lo largo de un tiempo determinado y luego ser revisado para optimizar los resultados que se vayan obteniendo (puede ser trimestral, semestral, anual, etc.)
Asimismo, es necesario definir esquemas de ejecución, roles y responsabilidades. Si hablamos de co-crear la CI quiere decir que habrá varias personas involucradas en ella y establecer quién se ocupará de qué y en qué momentos, nos facilitará ampliamente la tarea.
Ahora bien, no sirve de nada apegarnos a un plan de comunicación si no logramos tener la flexibilidad necesaria para adaptarnos a casos excepcionales. Cada punto definido por el equipo que se encargue de llevar a cabo la CI puede incluir consideraciones generales sobre cómo abordar diferentes temas o esquemas de publicaciones ante circunstancias imprevistas.
Lograr una buena gestión de la comunicación a su vez implica hacerse eco, a través de encuestas, sobre cómo se encuentran los y las colaboradores/as, además de recoger ideas, opiniones, valoraciones, sugerencias, sobre temas que estén sucediendo actualmente en la empresa.
Otra sugerencia para tener en cuenta es evitar el formalismo extremo. No tratemos con frialdad las comunicaciones, eso solo nos alejará de los y las lectores/as. Prioricemos la empatía y el buen timming a la hora de confeccionar mensajes.
Es igualmente importante que exista cierta cercanía con los y las líderes de equipos, ya que son quienes se encargarán de aclarar dudas, transmitir tranquilidad o habilitar espacios de conversación si cuentan con las herramientas necesarias para comunicarse de un modo efectivo.
Otro punto a tener en cuenta es conocer en profundidad y optimizar el uso de los canales que tenemos disponibles. Cada plataforma o sistema ofrece un sinfín de beneficios que podemos aprovechar para potenciar las comunicaciones.
Finalmente, no olvidemos que las acciones son mensajes y que los mensajes son acciones. Por eso, para obtener un impacto real sobre las personas que forman parte de la organización, es fundamental que el relato sea cierto, veraz, esperanzador y que motive a la acción.
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