Con la firme intención de continuar sumando voces para la producción colectiva de conocimiento, inauguramos un nuevo espacio en Riesgo Zero con un ciclo de entrevistas que busca darle lugar a las y los protagonistas de las muchas historias que son nuestra inspiración. En este envío, y contagiándonos un poco del espíritu de Tokio 2020+1, conocemos un poco más acerca del paratleta chaqueño Ramiro Cardozo.

Ramiro, como si eso fuera poco, además de representar a nuestro país en numerosas competencias regionales y mundiales de Para Jiu Jitsu, tiene un hijo de 22 años que decidió adoptar en 2007 junto a su pareja de ese momento y aún le queda tiempo para atender en simultáneo sus múltiples proyectos: junto a otros dos socios dirige la zapatería “Calzados Simone”; posee el primer y único gimnasio del nordeste argentino dedicado exclusivamente a la lucha olímpica estilo libre y greco “Top Wrestling Academy”; y es vocal en el Instituto Provincial para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (IPRODICH).

“Una vez me dijeron que después del accidente me iba a convertir en una persona ermitaña y malhumorada”, relata refriéndose a la caída de un balcón a 5 metros que sufrió cuando se desempeñaba como coordinador de viajes de egresados en 1999. “No sé si fue psicología inversa o qué fue, pero ese día me quedé pensando y soy todo lo contrario” advierte antes de empezar a relatar lo extraño que fue realizar un viaje en medio de la pandemia.

En esta oportunidad, el destino de Cardozo fue México. Más precisamente, a la ciudad de Querétaro.

– ¿Cuál fue el motivo de tu viaje?

– Esta vez no fue un evento deportivo sino más bien una invitación oficial. El gobierno de esa ciudad me convocó para sumarme a la campaña #SOYCAPAZ, realizada bajo el concepto de Discapacidad NO es Incapacidad. La idea de ellos es compartir este enfoque que, en lugar de asociarla a un atributo o característica de mi persona, es una limitación en la interacción con el entorno social. Esto además abrió la puerta para compartir el plan de transporte adaptado al que me sumé como vocal representante de las personas con discapacidad en el IPRODICH (organismo que tiene como objetivo principal contribuir a la inclusión social responsable de dicho grupo poblacional) y con el cual se mostraron tan interesados que agregaron además a la agenda una visita a la terminal.

– La Boletería Única Accesible…

– Claro. En esto me acompaña mi hijo Indalecio y consiste en un espacio adaptado para que las personas con discapacidad y sus acompañantes puedan gestionar pasajes a nivel nacional. En ese entorno, impulsé la asistencia al pasajero con discapacidad que se suma a la que se brinda sobre boletos para viajes al interior del Chaco, información sobre derechos con los que gozan y el control del cupo que las empresas deben asignar, para que no deban recorrer toda la terminal en busca de lugar.

La BUA brinda todas las comodidades y accesibilidad y, por el contexto de la pandemia ahora está funcionando en dos turnos de 8 a 14 horas y de 14 a 20. Por la mañana cuentan con una persona con discapacidad auditiva y la intención es, según comenta Cardozo, sumar trabajadores y trabajadoras para el otro turno e incorporar el turno noche. Aparte, desde febrero de este año, junto a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) trabajan la posibilidad de implementarlo a nivel nacional.

“Es una iniciativa muy reciente, la inauguramos el 3 de diciembre, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En Querétaro quieren adaptar este modelo haciéndolo de forma más privada, capacitando a los maleteros. También estuvimos viendo la accesibilidad de todo el predio”, completa.

– México es otra estrella en tu recorrido que incluye, entre otras, paradas tan exóticas como Abu Dabi, donde obtuviste la medalla de plata en el marco del primer torneo internacional profesional para personas con discapacidad de Jiu Jitsu. Con toda esa experiencia en el sector de turismo, ¿cuál es tu evaluación de la accesibilidad?

– Hay un camino muy bien recorrido a la hora de romper las barreras y creo que los más jóvenes son quienes se encargarán de completarlos. Desde mi lugar, estoy constantemente pensando cómo articular y sumar soluciones y ya tengo en mente otra propuesta para promover espacios turísticos accesibles, brindando información de calidad y organizada para las personas con discapacidad podamos disfrutar de nuestros viajes de manera simple y segura.

– Seguís sumando proyectos. Muy lejos del “ermitaño” y “malhumorado” …

– Si, siempre con muchas cosas y todas al mismo tiempo (risas). Yo creo que tiene que ver con mi personalidad. Antes del accidente ya era una persona deportiva, hacía rugby y también era muy emprendedor. El trabajo de coordinador de viajes de egresados no eran sólo los días del viaje sino toda la previa: la venta, el juntarse con los chicos, con los padres, y hacerles una buena oferta. Como decía antes, no sé si por esa psicología inversa o porqué, si bien después de la operación cambió mucho mi vida, lo que no cambió es quien soy: yo trato de no ver el techo o la barrera, estoy en constante movimiento y así, siempre surgen cosas buenas.