Somnolencia, falta de concentración, malhumor y fatiga, son algunas de las consecuencias de una inadecuada dieta alimenticia. Llevar una vida saludable es de suma importancia para nuestro bienestar y es fundamental tener en cuenta cómo impacta en el trabajo no hacerlo.
La ingesta calórica varia de acuerdo a cada persona, pero para una con estatura y peso promedio lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es 2.000 diarias. Si a esto le agregamos la falta de actividad física, el resultado es simple: probable obesidad, hígado graso, colesterol alto, entre otras enfermedades.
Argentina, según un estudio realizado por la Universidad de Oxford en el que se clasificaron 184 países por consumo de calorías dirarias, lidera el ranking regional de los países que más consumen. Mediante el consumo de 3.349 calorías cada 24 horas, los argentinos ocupamos además el puesto 42 del ranking general.
Bueno y ¿qué hay del trabajo? Obviamente que la falta de una vida saludable y una mala dieta nos afecta laboralmente. Recordemos que una de las principales causas de enfermedades provienen de nuestra alimentación. Si no tenemos ánimo ni energía es poco probable que podamos desempeñar todas nuestras tareas. Lo mismo ocurre con la falta de concentración y memoria.
¿Qué recomiendan los expertos para llevar una vida saludable?
La OMS nos entrega la siguiente información:
- La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. Las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total.
- Es necesario limitar el consumo de azúcar en menos del 10% de la ingesta calórica total.
- La ingesta de grasas saturadas debería representar menos del 30% de la ingesta calórica total.
- Mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (equivalentes a menos de 2 gramos de sodio por día), ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta.
Por otra parte, la OMS afirma que una dieta sana para adultos incluye frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, en primera instancia. Además aconseja preferir grasas no saturadas, presentes en pescados, paltas, frutos secos y aceites de girasol, canola y oliva; a las grasas saturadas presentes en carnes grasas, manteca, coco, cremas, queso, entre otras.
Por último evitar a toda costa grasas trans, presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, pastas untables, etc.
Algunos tips para comer en el trabajo:
- No saltear comidas y dedicarle tiempo para una correcta digestión. Saltarse comidas puede perjudicar nuestro organismo.
- Tratar -en la medida de lo posible- de realizar el desayuno en casa, y procurar que éste contenga lácteos cereales y fruta.
- Beber 6 a 8 vasos de agua al día.
- Llevar una alimentación completa y variada. Evitar dietas hipocalóricas o desequilibradas, pues perjudican nuestra salud y pueden provocar lesiones o trastornos graves.
- Planificar las comidas y las viandas. L
Tener una adecuada alimentación no sólo ayudará a tener una vida más saludable y sentirse mejor. También acarreará una serie de beneficios, como mejor ánimo, bienestar personal y energía.
Para más artículos de vida saludable, hacé click acá.
Fuentes: